Namibia, la diversidad como valor

Namibia se está convirtiendo en uno de los destinos más atractivos de África por su belleza natural y variada fauna, que incluye las principales especies del continente.

Situado en el sudeste de África, Namibia existe como país desde 1990. Fue un territorio poblado por diferentes tribus hasta que en 1884 se convirtió en protectorado alemán. En 1920 pasó a estar bajo control de la República Sudafricana, situación que no varió hasta la proclamación de la independencia.

El turismo gana terreno como fuente de riqueza en un país tradicionalmente volcado en la minería (diamantes y uranio, sobre todo), la agricultura y la pesca. De hecho, ya cuenta con Ministerio de Turismo.

Como se menciona anteriormente, los principales valores que está explotando el Estado para impulsar su economía a través de la industria turística son los paisajes y los animales.

La geografía del país es muy heterogénea, con zonas desérticas, bosques, montañas, sabanas y planicies. Merece mención especial el desierto de Namib, que recorre la costa del país desde la frontera con Sudáfrica hasta el borde de Angola. El Namib (‘enorme’, en lengua nama) tiene dos características que lo hacen único: es el desierto más antiguo del mundo (ya existía hace 65 millones de años, en la Era Terciaria) y cuenta con las dunas más grandes del planeta, alguna de las cuales alcanza los 300 metros de altura.

La fauna no se queda atrás en cuanto a variedad, por eso es uno de los destinos más adecuados para aquellos que quieran contemplar los animales característicos del continente africano: leopardos, jirafas, elefantes, leones, cebras, búfalos, rinocerontes y guepardos, entre otros.

Otra alternativa que gana adeptos es el turismo comunitario, modalidad que permite el desarrollo de las grupos étnicos locales. La Asociación Nacional de Turismo con Base Comunitaria (NACOBTA, por sus siglas en inglés) es una ONG fundada en 1995 que agrupa a 41 comunidades que intentan desarrollar esta opción.

En cualquier caso, la cosmopolita capital, Windhoek, es el punto de partida para recorrer el país. Varias compañías aéreas realizan el trayecto entre España y Namibia haciendo escala en alguna ciudad europea o africana. El aeropuerto, situado a 40 kilómetros de la capital, está conectado por autobús.

Por otro lado, el mejor modo de descubrir Namibia es contratar un vehículo todoterreno que incluya los servicios de un chófer que haga de guía. En cuanto al alojamiento, Windhoek y las zonas más concurridas de la costa tienen una oferta suficiente. En el resto del país, la compañía Camping Carhire ofrece transporte y acampada, y los parques nacionales tienen campamentos donde pasar la noche.